jueves, 12 de abril de 2012

Conferencia: El Sistema Nacional de Evaluación para la Educación en México Algunas reflexiones sobre su conformación.

 Nota: El Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación me invitó a impartir una conferencia en Oaxaca el pasado 26 de marzo de 2012. Fue una experiencia inolvidable por las circunstancias tan particulares de ese contexto geográfico y profesional. A continuación comparto el texto preparado para este fin. 

Muy buenos días
Es un gusto y un honor estar con ustedes el día de hoy. Agradezco al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) por la invitación. De igual manera, a los organizadores por la gentileza de sus atenciones.

La Etapa Estatal del 3er Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros y del 5º Congreso Nacional de Educación es el espacio ideal para conversar con ustedes sobre el tema 2 referente a la evaluación como un proceso de mejora. Particularmente reflexionaré acerca de un Sistema Nacional de Evaluación para la Educación.

Pretendo poner sobre la mesa los conceptos de sistema y evaluación. Ello me permitirá expresarles como concibo la evaluación sistémica implícita en un Sistema Nacional de Evaluación. La duración de mi exposición la tengo planeada desarrollarla entre treinta y cuarenta y cinco minutos aproximadamente. Me apoyaré en algunas diapositivas en power point. Esta presentación se las proporcionaré a ustedes a través de los organizadores. Ellos definirán la forma de hacérselas llegar. Espero con ello, que ustedes se concentren en lo que les diré. Si acaso quieren “tomar nota” será más enriquecedor que buscarán una técnica distinta a la transcripción literal de lo que se dice en las diapositivas. Mapa mental, conceptual, cuadro sinóptico, esquemas, y cualquier otra técnica que les permita analizar, sintetizar, criticar las ideas aquí expuestas y sobre todo asumir una posición al respecto.

Al término de mi intervención, el moderador o los moderadores, según sea el caso, determinarán el mecanismo de participación y el tiempo considerado (tanto de la plenaria como de las participaciones individuales) para el intercambio de puntos de vista entre ustedes y un servidor. Estoy a su disposición.

Si desean estar en contacto conmigo pueden hacerlo a través de las redes sociales siguiente:
Twitter: @SergioDunstan
Facebook: Sergio Dunstan

En mi blog, http://sergiomartinezdunstan.blogspot.com tendrán otra forma de comunicarnos y encontrarán artículos de mi autoría publicados en revistas y libros especializados, los textos en los cuales me he basado en algunas conferencias e incluso algunos discursos pronunciado. Este blog es una compilación de escritos sobre educación y pedagogía producidos sobre mi praxis profesional.

Sin más preámbulo, doy inicio a esta charla titulada “El Sistema Nacional de Evaluación para la Educación. Algunas reflexiones para su conformación.”

¿Qué es un sistema?
Un sistema es un conjunto organizado de algunos elementos interrelacionados los cuales suponen y contribuyen a una función global. Estos elementos pueden ser principios, reglas, normas, lineamientos. Pueden también ser también políticas, programas; o procesos como gestión, docencia, aprendizaje. También puede aludir a ciertos actores como profesores, directores, alumnos. También a ciertas dimensiones como efectividad, eficiencia, eficacia, impacto; a ciertos planos o niveles como educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, universidad; educación básica, media superior y; superior. Algunos sistemas (cibernéticos, computacionales, informáticos) consideran input, throughput, output. Dicho en castellano, entrada (la materia prima o insumos), proceso de transformación y output (salida o producto terminado).

Todos los sistemas tienen composición, estructura y entorno. Subrayo este último: ENTORNO. Introduzco con ello un modelo inicial (en términos simplistas entiendo un modelo como un molde aunque en realidad es mucho más profundo el concepto) al cual referiré también cuando hable sobre el término de evaluación. Contexto, Insumos, Procesos, Productos.

Ahora hablemos de evaluación. Existen muchas acepciones. Distintas posturas, visiones y enfoques del término. Sólo para ilustrar esta idea referiré dos enfoques sin  que ello signifique que sean los únicos; como juicio de valor y como medida.

La evaluación es un proceso ordenado y riguroso. La evaluación implica
a).- Una recogida de información
b).- Un referente de comparación (estándares)
c).- Una valoración o juicio de valor producto de la contrastación entre la evidencia empírica obtenida y el referente o estándar de comparación.
d).- Eso de la información para la toma de decisiones tendientes a mejorar el objeto evaluado.

La evaluación se realiza para diversos fines. Diagnóstica, formativa y sumativa. Al inicio del proceso a evaluar, a lo largo y al final del mismo. Los fines responden determinan de una u otra manera ¿para qué evaluar? La evaluación está asociada al proceso de mejora. La evaluación en la educación busca la mejora educativa.

Son muy diversos y variados los objetos de evaluación. El más tradicional y común son los aprendizajes de los estudiantes al término de un proceso de intervención. También son evaluables: la enseñanza y el desempeño de quienes enseñan o ejercen la docencia; el currículum formal; la gestión, los programas de intervención educativa; la política educativa. Permítanme ampliar un poco más estos dos último objetos de evaluación: la gestión y la política.

A quienes hemos ejercido la docencia son muy significativas para nosotros las evaluaciones de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Poco sabemos, porque existen pocas experiencias en México, acerca de la evaluación de la gestión. Evaluar la gestión, ¿cuál gestión? ¿La gestión de los aprendizajes? ¿la gestión de la enseñanza? ¿la gestión escolar? ¿la gestión educativa? ¿la gestión de la política? Sobre la gestión política ¿a qué nos referimos con ello? ¿a la gestión de y entre los diversos grupos de poder? ¿o las políticas públicas, de gobierno, de estado? ¿o a la gestión de la política sindical? ¿o la gestión sindical a secas?

Responder a estas, y otras supongo también, es un buen principio que permitirá clarificar con precisión que vamos evaluar, definir nuestro objeto de evaluación. ¿Qué voy a evaluar? Según el actor a quien se la asignado una tarea específica determina qué o a quien evaluaré. No sólo la acción realizada por un sujeto sino también al sujeto que la realiza. Existen una gran diferencia entre evaluar un objeto y evaluar un objeto. El proceso evaluativo debe ser distinto. En ocasiones, a quien se le ha encomendado una determinada tarea no depende exclusivamente de quien la ejecuta exclusivamente sino también a otros actores implicados directa o indirectamente porque nos hay una relación lineal. Por ejemplo, a mayor gasto mejores resultados, con mejores docentes mejores resultados. No necesariamente.

La acción principal de la administración es la gestión. Administrar es gestionar, Gestionar es hacer que la cosas ocurran. Para lograr el propósito de la gestión se identifican varios procesos. Por ejemplo: planificar, organizar, dirigir, controlar un proceso; o diseñar, planear, implantar o implementar y evaluar un proceso.

Gestionar los aprendizajes, la gestión de los aprendizajes de acuerdo al currículum formal y explícito le corresponde al docente. La gestión curricular (diseño, desarrollo y evaluación) le corresponde en buena medida a la instancia rectora nacional como lo es la Secretaría de Educación Pública y, por otra parte, a las entidades federativas según el currículum correspondiente a la asignatura estatal en algunos casos. La gestión escolar (administrar lo que ocurre al interior de las escuelas) es una tarea propia de los directores escolares. Gestionar la educación (educar a las personas) en el sistema educativo nacional le corresponde a los “policy makers” (quienes hacen o toman decisiones de política pública) desde el Secretario de Educación hasta los supervisores escolares teniendo entre medias a los jefes de sector, jefes de ofician, jefes de departamento, coordinadores, directores de área y, en sí, toda la burocracia en pleno. Gestionar la educación de los ciudadanos fuera del sistema educativo formal es algo más complicado y asunto de los agentes educadores, a la sociedad en general, directos e indirectos, formales e informales como la familia y los medios sólo por citar dos ejemplos. Todo lo anterior sin menoscabo de la participación ciudadana y social 

Gestionar la política, la política pública, es competencia de quienes la diseñan ya sea el congreso federal (Cámaras Alta y Baja) y local. Les compete a ellos evaluar las políticas a partir de los resultados obtenidos, pero también sobre la forma en como se llevan a cabo, a que intenciones responde, desde cual contexto se tomó de base, etc.

Todos las anteriores acciones realizadas por determinados actores guardan una relación entre sí, o debieran guardarla y son determinantes para alcanzar los propósitos deseados o la metas pretendidas para cubrir las expectativas. Todos ellos son un factor que incide en la educación. Son factores relacionados con la acción educativa desde el plano que se les quiera ver. Todos los actores y acciones realizadas por ellos son evaluables y, por lo tanto, deben ser evaluadas no sólo para valorarlas sino también para reencauzar el desempeño de los actores y transformar la realidad que dieron origen a su nacimiento.

Es deseable, por lo tanto, evaluar a todos los actores y acciones. Tener presente que incidir en los actores se afectaría el equilibrio del sistema. Guardar el equilibrio significa articular debidamente todos los componentes estructurales del sistema. Hoy en día, en México, lo que se lleva es, en el mejor de los casos una evaluación de los resultados del aprendizaje de los estudiantes y ni siquiera articulado porque diversas agencias evaluadoras lo realizan sin implicarse entre ellas o implicándose parcialmente. Con ello, se cuenta con una visión parcializada, sesgada de la realidad educativa. Para este propósito, por ejemplo, la Evaluación Universal de los Docentes debiera ser un componente más de los diversos que debieran integrar el sistema de evaluación mencionado. 

La relevancia y trascendencia de establecer un marco de referencia, los referentes o estándares, se hace necesario acordar como se concibe la acción y como se desarrollaría; es decir, lleva consigo un modelo de enseñanza, un modelo de gestión e incluso de modelo de política pública específica en todos los niveles y planos comentados anteriormente.

En el argot científico, para estos fines, se habla de benchmarking. Es decir, sería deseable realizar un estudio en donde se analicen las experiencias desarrollar en otros países para la implantación de un Sistema Nacional de Evaluación como al que nos hemos venido refiriendo. Sería una evaluación comparativa. En segundo término una evaluación de las evaluaciones (metaevaluación) realizadas en el ámbito nacional y estatal para valorar su pertinencia, para evitar duplicidades, para optimizar recurso y para alinear todo desde una única visión.

Por último, ya hay ciertos avances. Recientemente se publicó el Acuerdo Secretarial 592 por el que se establece la Articulación de la Educación Básica. Es un documento valioso que define no sólo un modelo educativo sino un modelo pedagógico. En ese acuerdo se alude a la Reforma Integral de la Educación Básica. Ahí mismo también, se plantea una visión particular de la evaluación y se delinea la forma en como llevarla a cabo en el espacio aúlico y dentro del propio sistema.

En síntesis, en la conformación del Sistema Nacional para la Evaluación del Sistema Educativo Nacional deben identificarse e incluirse todos los actores y acciones organizado categorías, componentes, dimensiones, según sea el caso. Hay avances pero aún falta camino por recorrer, definir ciertos principios fundamentales y encontrar la manera más adecuada de hacer que los diferentes componentes se interrelacionen.

Hasta aquí dejo mis reflexiones y espero sus comentarios al respecto. Gracias por su atención.
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