jueves, 3 de mayo de 2012

Consultoría: La reforma curricular 2011 en educación básica demanda el replanteamiento de la evaluación de los aprendizajes a gran escala

Nota: Este documento es una opinión emitida a petición de la Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública. Un primer acercamiento se hizo a través de conversaciones entre el mes de enero y marzo del 2011. La tesis central se consideró en el Acuerdo Secretarial 592 publicado en agosto de ese mismo año. Lo que a continuación se expone lo preparé para integrarlo a manera de conclusiones de un trabajo conjunto elaborado con otros colegas expertos en el tema de competencias. Es un libro inédito. 

La reforma curricular 2011 en educación básica demandan el replanteamiento de la evaluación de los aprendizajes a gran escala.

La Reforma Curricular en la Educación Básica, plantea un nuevo modelo pedagógico y presenta desafíos para la enseñanza, el aprendizaje y la gestión. Las competencias para la vida son una guía orientadora y, específicamente, las competencias disciplinarias coadyuvan a su desarrollo. Entre unas y otras se asoman otros componentes, como los estándares curriculares y los aprendizajes esperados. Después de ellos, la unidad mínima: los contenidos. Hay uno más, muy importante, el más relevante, el perfil de egreso donde se define el tipo de alumno a formar, o las  características de los estudiantes al concluir la Educación Básica.

En el Acuerdo Secretarial 592 en el cual se definen los lineamientos para la a articulación la educación básica se expone clara y extensamente el Plan y los Programas de Estudios. Ahí también se identifican algunos retos de política pública por atender. Uno de ellos es la evaluación a gran escala del Sistema Educativo Mexicano. Específicamente, en el octavo transitorio, se habla de la migración de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares hacia una evaluación  cuyo referente sean los estándares curriculares y en aprendizajes esperados.

Desde esta perspectiva, se detecta una necesaria vinculación entre las instancias de la administración pública que tienen a su cargo la política curricular y la política de evaluación para definir conjuntamente los referentes a considerarse en las evaluaciones a gran escala como por ejemplo la prueba ENLACE. Delimitar las funciones o definir los alcances de una y otra dependencia así como definir el espacio común en donde deben trabajar ambas: el análisis curricular y las tablas de especificaciones.

Encontrar la metodología, la técnica y los instrumentos adecuados al tipo de currículo y la forma de evaluar. Existen soluciones técnicas. A lo largo del presente trabajo se expone una de ellas. La Matriz Analítica-Curricular y el Mapa Reticular. En su diseño y elaboración se logró la concurrencia de docentes, expertos y especialistas quienes aportaron sus conocimientos y experiencias. Aún así, existen interrogantes a resolver por las instancias responsables del currículum y de la evaluación.

La primera de ellas, básica: ¿En las evaluaciones a gran escala, como ENLACE por ejemplo, los referentes son los estándares curriculares o los aprendizajes esperados? Esto bosquejaría un posible rediseño de esta evaluación. Si los referentes fueran los estándares curriculares luego entonces ENLACE debería aplicarse por periodos escolares, cada tres años. La propuesta metodológica que aquí se presenta se apega a ello. De lo contrario, si los referentes fueran los aprendizajes esperados debería continuarse aplicando ENLACE anualmente como viene haciéndose aunque, insistimos, debiera modificarse el referente curricular. Es una decisión fundamental.

Otra de las interrogantes a resolver es la siguiente: ¿ENLACE debe aplicarse en Preescolar? Si los referentes consideran los estándares curriculares la respuesta es sí, cada tres años. De lo contrario, si los referentes fueran los aprendizajes esperados también y anualmente porque una política debiera ser global, no segmentada. Para la articulación de la educación básica así debiera ser. Es cierto también que aplicar una prueba tipo ENLACE a los niños preescolares debiera apegarse a las particularidades del desarrollo de las competencias en los infantes de de tres a cinco años de edad. Ello implica ciertas consideraciones técnicas, de índoles pedagógicas, educativas, psicométricas, evaluativas incluso psicopedagógicas. En el presente trabajo se abunda en ello.

Una tercera pregunta tiene que ver con el dominio del idioma inglés como segunda lengua. ¿ENLACE debiera aplicarse o al menos intentar medir el nivel de dominio de ese idioma? En congruencia con el Acuerdo 592 la respuesta es afirmativa. Sólo debiera plantearse a partir de cuándo sería necesario según se vaya implementando la enseñanza del idioma inglés en la Educación Básica. Ya de por sí es discutible, al menos analizable, reflexionar entorno a la aplicación de una prueba tipo ENLACE en Preescolar. Ahora, evaluar un segundo idioma en ese periodo escolar vislumbra retos mayúsculos y se sugiere actuar con prudencia.

¿Y las habilidades digitales? En el Plan y los Programas de estudio los “estándares curriculares” en Habilidades Digitales, en la forma en cómo están redactados, presentan ciertas dificultades técnicas para considerarse como tales. Es recomendable darles un tratamiento distinto para ser medidos en ENLACE. Tanto el inglés como las habilidades digitales debieran formar parte de las asignaturas evaluadas rotativamente, cada determinado lapso de tiempo, de seguir contemplando en el diseño de ENLACE esta consideración.

El Plan y los Programas de Estudio, tal y como se expone en el Acuerdo Secretarial 592, adolecen de los estándares de historia, geografía y civismo y, en ENLACE, han sido evaluada rotativamente. Por ello, se insiste en la necesidad de rediseñar la prueba ENLACE con la concurrencia del área curricular y de evaluación de la Secretaría de Educación Pública clarificando de cómo debiera ser a partir de hoy y a la luz de la publicación del Acuerdo 592.

También debiera tenerse presente que en el escalafón horizontal de los docentes el puntaje referido al aprendizaje de los estudiantes medidos a través de la prueba ENLACE representa hoy por hoy el cincuenta por ciento de la misma. Y no menos importante es lo relativo a la Evaluación Universal a los docentes. En los estándares de desempeño docente subyace un modelo tipo de profesor es decir las características deseables de los profesionales de la enseñanza. ¿Qué tipo de docente se requiere según el tipo de alumno que se pretende formar? Ello tiene relación estrecha con el sistema de estímulos económicos y las sugerencias de los organismos internacionales y de la  literatura especializada para otorgar estos beneficios a aquellos maestros quienes se distingan por formar mejor a sus alumnos o al menos que aprendan más y, quizá, mejor.

Las interrogantes expuestas anteriormente reflejan en sí las recomendaciones del Equipo Técnico a quienes se les encomendó la tarea de elaborar los referentes curriculares para las aplicaciones futuras de la prueba ENLACE. Enfáticamente, mencionamos la necesidad de un modelo integral de evaluación, holística, no parcializada ni mucho menos desarticulada o parchada.

Es un gran avance del Acuerdo 592 el haber identificado esta situación.  Más debiera acompañarse de otras reflexiones como las aquí expuestas. Se vislumbran estos retos en las aplicaciones futuras de la prueba ENLACE. La respuesta a estas interrogantes definirán en buena medida los aspectos técnicos a modificar como parte del rediseño de esta evaluación. La migración de ENLACE a los referentes curriculares planteados en el Acuerdo 592.

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