viernes, 15 de junio de 2012

Conferencia: La evaluación para la mejora educativa. Procesos, programas y políticas.

Nota: el pasado catorce de junio participé en el evento por aludirse más adelante. Aunque abordé los aspectos básicos sobre la evaluación el foco lo puse en la evaluación de procesos más que de los actores responsables de los mismos o, lo que es lo mismo, en el desempeño de ellos así como también en la evaluación de los programas educativos como elementos concretos de las políticas educativas. La Secretaría de Educación Pública tiene esta atribución pero poco se sabe de lo que hace al respecto. El CONEVAL lo ha venido realizando en algunos casos y en sus conclusiones refiere algunas dificultades técnicas en el diseño de los mismos que dificultan sugerir mejoras. En el diseño de las poíticas, las tomas de decisiones sobre las mismas y de la implementacion de los programas inherentes a ellas, quienes implementan los programas y le dan seguimiento se involucran muchos actores. La evaluación y, aún más, la metaevaluación (la evaluación de la evaluación) de los programas educativos o programas de intervención educativa es un área de oportunidad que aún no se atiende. Al término de la charla, conversé durante cerca de tres horas con los congresistas sobre la praxis concreta en la cual están implicados y tienen algunas posicionamientos y desconocimientos. Creo que las notas que preparé para esta charla refleja muy poco de como se desarrolló la conferencia y el intercambio y retroalimentación de ideas entre el auditorio y un servidor. De cualquier forma, comparto el texto. 

La evaluación de los procesos, de los programas de intervención y de las políticas públicas para identificar las áreas de mejora y diseñar estrategias pertinentes a la calidad de la educación. 


Hola, muy buenas tardes:
Agradezco al Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y, en lo particular, a la Comisión Organizadora de este 5º Congreso Nacional de Educación y 3er Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros el invitarme a hablar sobre el tema de la evaluación como proceso de mejora.

A lo largo de la plática me referiré al término de educación aludiendo con ello:
  • a la educación que imparte el estado (federación, entidades federativas y municipios) administrada con recursos públicos como obligación legal de prestar los servicios educativos (a la cual comúnmente llamamos educación pública)
  • al sistema educativo nacional especialmente a los educandos y educadores; a las autoridades educativas; los planes, programas, métodos y materiales educativos; y a las instituciones educativas del estado y sus organismos descentralizados
  • A la educación de tipo básico (compuesta por los niveles de preescolar, primaria y secundaria) genéricamente llamada educación básica, en la modalidad escolarizada.


Pretendo como propósito de esta charla contrastar la teoría y la praxis de la evaluación en los términos precisados en el párrafo anterior y con ello brindar elementos de análisis sobre este tema. Para lograrlo abordaré los siguientes aspectos:
  • El concepto de evaluación
  • Los fines de la evaluación
  • La evaluación concebida como una transdisciplina
  • Modelos de evaluación


Sin mayor preámbulo doy inicio a mi participación.

El concepto de evaluación

El término evaluación trae consigo algunas implicaciones propias de la disciplina:
  • Es un proceso sistemático y ordenado

Implica seguir una serie de fases. Al menos, una proyección clara de todo el proceso educativo, un diseño, la ejecución del plan, el seguimiento al mismo, con la finalidad de  asegurar que se realice conforme a lo planeado y, de ser necesario, hacer las correcciones en caso de alguna desviación, hasta su correcta culminación. Este proceso es ordenado y sistematizado porque cada fase tiene un lugar predeterminado de todo el proceso y cada una de las fases integra al todo de manera articulada. La evaluación es sistemática porque se adecua a un sistema, la evaluación es sistemática porque cada una de las partes que la integran pertenece a la totalidad del sistema. Sistematizar la información según un sistema.

  • Recogida de información
La idea básica es recopilar la suficiente información, más no cualquier información.  Esta debe cubrir ciertos criterios: Válida y confiable. Hay técnicas muy específicas para estimarla que por el momento no abordaré.

  • Responde a ciertas exigencias (válida, confiable, útil)

Por supuesto que, también debe ser pertinente y útil. Para su recolección no existen restricciones más que las propias de la ética científica y humana. Instrumento de índole cuantitativa y cualitativa. Esa información será procesada, se le dará un tratamiento especial, ya sea utilizando técnicas propias de la estadística descriptiva o inferencial, y algunas otras herramientas cuantitativas.

  • Permite la emisión de juicios de valor fundamentados

Esa información será cotejada con referentes. La comparación es inherente al proceso de evaluación. Conocer la realidad y contrastarla con una norma o criterio. De ahí la clasificación de la evaluación con referencia a normas (por reglas estadísticas) o un criterio. En ambos casos son un estándar de evaluación.

  • Facilita la toma de decisiones que afectan al objeto evaluado

Esto permitirá emitir un juicio de valor, valorar el objeto evaluado, y tomar decisiones para modificarlo, transformarlo, mejorarlo. Por esta razón escuchamos la frase: evaluar para mejorar, o para el caso que nos ocupa, la evaluación como proceso de mejora.

Los fines de la evaluación

Pudiéramos identificar un sinnúmero de propósitos para evaluar la ortodoxia:
ü  Una evaluación para conocer el estado de las cosas (diagnóstico)
ü  Una evaluación para conocer el estado final de las cosas al término del proceso, cualquiera que este sea.
ü  Evaluación sumativa a lo largo de todo el proceso, después de la inicial y antes de la final, la cual se conoce como evaluación formativa.

En síntesis, los fines son diagnósticos, formativos y sumativos.

La evaluación como transdisciplina
La evaluación en el campo educativo históricamente se ha asociado al concepto de medida. Concretamente se le vincula con una posición instrumentalista como los exámenes escritos o pruebas estandarizadas. La psicometría estudia este saber científico. La evaluación existe en otros campos del conocimiento en las ciencias sociales, en las ciencias naturales y en las ciencias exactas.

Hoy en día está rebasada la idea de concebir como sinónimos psicometría y evaluación,  medición y valoración. En dado caso, la medición puede formar parte de la evaluación. Algunos especialistas la consideran como una transdisciplina. Coincido con ello.  En la evaluación como campo del saber científico, los principios, la racionalidad, la lógica, la metodología, la técnica y los instrumentos pueden emplearse en otros campos diversos del conocimiento humano. Específicamente en el campo educativo puede evaluarse de distintas maneras el aprendizaje logrado por los estudiantes. Lo anterior significa abordajes metodológicos diferenciados de acuerdo con el enfoque, por ejemplo, si valoramos cómo se aprendió o cuánto se aprendió.

En educación también pueden evaluarse diversos objetos. Existe una multiplicidad de objetos de evaluación. Asimismo, es susceptible de evaluarse el proceso de enseñanza así como también el soporte técnico, humano, político, administrativo, pedagógico que logre potenciar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Este soporte lo conocemos como el proceso de gestión. Es el proceso en donde debiera apoyarse la enseñanza y el aprendizaje, la gestión de los aprendizajes, la gestión que se desarrolla en la escuela, la gestión de quien dirige la escuela, con la finalidad de asegurar que los docentes enseñen lo que deben enseñar en el tiempo señalado y de acuerdo con los lineamentos establecidos, y en sí, que logren los resultados esperados, que el alumno mínimamente aprenda, sino es que se desarrolle todo su potencial humano. A este tipo de gestión se le conoce como gestión directiva, gestión es la acción que realizan los directores en la escuela o llanamente gestión escolar. Aunque debemos tener en mente también la presencia de otros actores que administran acciones de los directores escolares, que gestionan la dirección de los centros escolares, en otras palabras la gestión de la gestión escolar a quienes conocemos como supervisores escolares, e incluso más complejo, la administración de la gestión de la gestión escolar a través de los Inspectores generales a quienes conocemos como Jefes de sector.
Estos actores a quienes conocemos como Jefes de sector genéricamente les llamaré “directivos” a ellos les corresponde en el marco de sus atribuciones, entre otras funciones, claro está, la de facilitar y poner las mejores condiciones para la implementación de ciertos programas educativos, para ser más preciso, los programas de intervención educativa son la concreción de la políticas públicas en materia educativa; los directivos, incluso otras figuras ubicadas funcionalmente entre el director escolar y el profesor como el caso de subdirectores, jefes de enseñanza, asesores técnico-pedagógicos, entre otros, y son el vínculo entre la gestión y los procesos de enseñanza aprendizaje a nivel áulico, tienen bajo su encargo la gestión, la implementación y, en menor grado y nitidez, la evaluación de los citados programas, e indirectamente, de las políticas públicas.

El vértice de la pirámide lo conforman los tomadores de decisiones (policy makers) representados por los funcionarios de la administración pública, denominados mandos superiores, Secretario, Subsecretario y Directores de área o sus equivalentes.


Entre los Directores de área y los Jefes de sector o Inspectores generales se ubican los mandos medios de la burocracia quienes tienen la encomienda de transmitir y hacer cumplir las decisiones tomadas. Con la explicación anterior, quiero mostrar la complejidad del sistema educativo y, por lo tanto, la complejidad de una evaluación sistémica y sistemática. Ortodoxamente existe una gran diferencia entre evaluar el desempeño de los actores y evaluar los procesos. A mi parecer: aprendizaje, enseñanza, gestión, programas, políticas.

Si lo hiciéramos más complejo incluiríamos la fase de diseño de las políticas que por lo regular se realiza en los congresos locales y federales porque ahí se definen, además de los lineamentos generales, sino también el presupuesto.

Los mandos superiores tiene recortados los márgenes de maniobra y las áreas financieras de los despachos de educación se preocupan más por el ejercicio y comprobación de gasto a través de las reglas de operación dejando de lado el propósito  central: La educación de los estudiantes. Burocratización de los programas de intervención educativa.
  • Evaluación de los resultados del aprendizaje estudiantil
  • Evaluación del proceso de aprendizaje
  • Evaluación de los resultados de la tarea docente
  • Evaluación del proceso de enseñanza.



Proceso
Resultados
Alumno
Aprendizaje
Aprendizaje
Profesor
Enseñanza
Enseñanza
Directivos y mando medios
Gestión
Gestión
Mandos superiores
Toma de decisiones
Toma de decisiones

El cuadro anterior debiera considerar también lo relativo a ciertas variables contextuales del sistema educativo nacional como el financiamiento y los recursos empleados y los necesarios.

Modelo de evaluación
En un modelo para la evaluación del sistema educativo nacional debieran considerar algunas variables contextuales tomando como base los estudios de factores asociados al logro estudiantil, así como también los procesos inherentes a la prestación del servicio educativo, los resultados obtenidos y los resultados deseables en concordancia con el proyecto de nación impulsado como criterio. Y de esta manera, valoraría si los resultados se deben a las políticas y los programas (evaluación de impacto) si cumplen con los propósitos para la cual fueron creados (eficiencia) haciendo uso óptimo de los recursos (eficacia). Hasta aquí se vislumbra el término de calidad. Calidad educativa tienen relación con la calidad de los aprendizajes (apropiados a la sociedad actual) calidad de la enseñanza, calidad de la gestión, calidad de las políticas públicas. La calidad alude a una serie, es relativa porque debe adecuarse a nuestro entorno sociocultural, lo que para otros países es calidad puede que nulo sea para el nuestro. Pero sí estamos influidos por la economía del mercado, la sociedad del conocimiento y del desarrollo de México como nación depende en buena medida por el concierto de las naciones, los criterios de calidad contempladas en otras sociedades los debiéramos tener en cuenta para adaptarnos y desempeñarnos de la mejor manera en un mundo globalizado.

De aquí la justificada necesidad de conformar un Sistema Nacional de Evaluación para la calidad educativa. No estar implementando evaluaciones desarticuladas, sin ton ni son, que no guardan congruencia entre sí. Si el Sistema Nacional de Información educativa se subutiliza y dejan de considerarse los datos como insumo para una mejor comprensión no solo de nuestra realidad educativa sino también social. Debemos asegurar desde su diseño inicial, la comunicación entre estos dos sistemas. De no armonizarse las diversas visiones, perspectivas de los diversos actores y sectores, la educación seguirá siendo el campo de batalla; la evaluación, las armas de destrucción masiva y; nuestros estudiantes, las víctimas inocentes. Que no nos sorprendan, de continuar estas situación, que el sistema nacional de educación básica lo veamos como Hiroshima y Nagasaki después de la explosión de las bombas atómicas.


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