Sobre el Blog

Navegando por wikipedia encuentro el concepto de blog: 
"Un blog, o en español también una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de un autor, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. El nombre bitácora está basado en los cuadernos de bitácora, cuadernos de viaje que se utilizaban en los barcos para relatar el desarrollo del viaje y que se guardaban en la bitácoraEste término inglés blog o weblog proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). El término bitácora, en referencia a los antiguos cuadernos de bitácora de los barcos, se utiliza preferentemente cuando el autor escribe sobre su vida propia como si fuese un diario, pero publicado en la web (en línea)."
Me agradó la definición porque encierra el fundamento de este blog: describir mi viaje, compartir mi experiencia en esta noble tarea de educar desde diversos ámbitos. Prueba de ello son las palabras escritas al final de esta descripción titulada "Soliloquio". 
Esta bitácora es una recopilación de algunos escritos de mi autoría producto de mi ejercicio profesional como académico, investigador, consultor y funcionario público sin más pretensión y sólo por el deseo de compendiar y facilitar la consulta de este material. Ponencias, investigaciones, conferencias, discursos. No tienen ningún orden temático, cronológico ni de ninguna otra índole. Nada me produciría mayor satisfacción si alguien me enviara sus comentarios sobre estos escritos. Este diálogo me haría crecer como persona y como profesional. Me enriquecerá. Mucho agradeceré a quien lo haga. 

Soliloquio
Desde mi infancia me gustó escribir mis sentimientos. Mi madre fue mi primer musa. La mujer siempre ha tenido un espacio vital en mi corazón. Tenía gran necesidad de expresar mis emociones. Fui descubriendo la poesía y practiqué la oratoria. Las primeras críticas, a veces injustas e infundadas de mis compañeros y amigos pero también del mundo adulto, me sirvieron para afrontar valientemente el rechazo y aceptar con humildad los halagos. Pude percibir las coincidencias y diferencias de los demás a mi manera de ser y de pensar al enfrentarme a un auditorio. 

Las causas sociales me llamaron también la atención. Por encima de todo, los actos contra la injusticia. El uso y abuso de la fuerza contra los más débiles. Los argumentos razonables son, para mí, la única arma válida para dirimir las diferencias. El poder de las ideas por encima de todo. Aprendí a decir de frente mi verdad y asumir las consecuencias de mis actos. Mi primera profesión, profesor de educación primaria, me permitió continuar en la búsqueda de la verdad. Surgieron inesperadamente algunas experiencias espirituales y poco a poco se develó mi interés por el ser humano. Mis hijos son una parte fundamental en mi vida por muchas razones, entre otras, porque me humanizan. En ese trayecto la escritura fue una herramienta de desahogo y expresión. 

Fortuitamente me encontré ante el ejercicio sindical. El desencanto me llevó a buscar refugio en el estudio. Encontré satisfactoria la interacción con mis colegas en procesos formativos. Formé y fui formado. Amplié mis horizontes hacia la educación superior y privada. Me especialicé en una área de estudio incipiente por esos tiempos, tan básica hoy en día, de gran utilidad y relevancia para mi: la informática. El ejercicio de la docencia, la investigación y la consultoría enriquecieron mi formación profesional. Mi encuentro con la academia profundizó el amor por mi profesión. Algunos encuentros masivos con mis colegas a través de diálogos y monólogos que algunos le llamaron pomposamente conferencias fortalecieron mi credo educativo. 
"Creo en el ser humano, creo en la educación como un medio de transformación personal y social y creo en el docente como el actor central del proceso educativo."
Intenté llegar al punto más alto de la montaña de la formación profesional. Y hallé una veta riquísima, la evaluación. Y ella, a su vez, me llevó a incursionar en la administración pública como funcionario en una área eminentemente técnica, coyuntural y, más adelante, histórica. Tuve la oportunidad de aportar mi experiencia. Y, otra vez, la escritura fue ahora la herramienta profesional fundamental. Ya desde entonces, algunos colegas quienes apreciaron mi trabajo me impulsaron a publicar mis ideas en una obra bibliográfica. Lo he pospuesto por muchas razones inexplicables o injustificables por el momento. 

Recientemente, hace algunos siete meses, ya en mi más reciente experiencia en la administración pública, en una conversación informal con un conocido me pidió le compartiera algo de ello. Empecé a recuperar algunos archivos electrónicos y se los envié. Pude darme cuenta de cuantas ideas había expuesto en múltiples y diversos momentos. Ese fue el detonante para recopilar y publicar, al menos por este medio, mis escritos elaborados durante mi ejercicio profesional. Sin más pretensión y sólo por el deseo de compendiar y facilitar la consulta de este material. Ponencias, investigaciones, conferencias, discursos. No tienen ningún orden temático, cronológico ni de ninguna otra índole. 

En retrospectiva, detecto algunas contradicciones en la forma (redacción, ortografía, estilo) y el fondo de algunos escritos pero resistiré la tentación de "ponerlos a tiempo" o corregirlos. Renuncio anticipadamente a modificar la versión original porque perdería la esencia de lo que se pretendió decir en ese momento. Supongo también que encontraré ciertos replanteamientos o reposicionamientos en mi pensar en este periodo histórico. Y que bueno que así sea, ello confirmará mi condición humana y evolución del pensamiento. 

No descarto otros propósitos como el de compartirlos con mis amigos, conocidos, compañeros, colegas incluso con mi familia principalmente a mis hijos. Dejar mi legado profesional. Asimismo, facilitar el acceso a quienes les despierte la curiosidad por conocerme. Porque quien expone se expone. Dejo abierta la posibilidad de retomar algunos escritos personales. Y, por supuesto, las producciones futuras. 

Nada me produciría mayor satisfacción si alguien me enviara sus comentarios sobre estos escritos. Este diálogo me haría crecer como persona y como profesional. Me enriquecerá. Mucho agradeceré a quien lo haga.