Nota: Los Centros de Maestros de la Región de Ecatepec me pidieron charlar con más de doscientos asesores el sábado 24 de marzo dirigido a quienes se encargarán de impartir los cursos de formación continua. Me solicitaron abordar lo que en otra ocasión había trabajado con ellos en un evento anterior: el Acuerdo Secretarial 592. Comparto también la liga de un video subido a youtube sobre parte de mi exposición Asesoría Académica y Trayecto Formativo.Para esta ocasión lo analicé desde una perspectiva distinta. Partí de la idea de que ellos sería formadores de formadores, quienes llevarán un proceso formativo a los profesores en servicio y la necesidad de ser congruente con los fundamentos establecidos en el Acuerdo Secretarial referido. Es decir, tenemos la expectativa que los maestros de educación básica se apeguen a los principios pedagógicos establecidos en la Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB) y, de igual manera, los responsables de conducir los cursos de formación continua (asesores técnicos pedagógicos, docentes o profesionistas externos según sea el caso) debiéramos esperar algo similar. Por ello, adecué esos principios pedagógicos a esa acción específica. Esto fue lo que preparé.
Muy buenos días a todos. Agradezco a los organizadores la invitación de estar con ustedes el día de hoy. En esta ocasión les hablaré de la tarea que realizarán en breve y los principios a los cuales deberán ajustar dicha tarea. Tomaré en consideración los principios pedagógicos establecidos en el Acuerdo Secretarial 592 para ofrecerles algunas recomendaciones en su desempeño. Sin más, doy inicio a esta plática.
1.- Consideren
que el centro fundamental del trayecto formativo son los docentes, los profesores
de educación básica. Son ellos a quienes ustedes encauzarán sus esfuerzos. Que
ellos tiene su propia percepción de la realidad educativa porque la viven día a
día. Y ello tienen la necesidad de ser formados permanentemente. Los profesores
de educación básica en su inconsciente colectivo evitan evidenciarlo porque está en
riesgo el prestigio suyo y de su profesión. Porque se duda de su capacidad
profesional. Porque se les ha juzgado, responsabilizado del rezago educativo,
de la deficiente formación de sus alumnos de la baja calidad educativa y de
muchos otros males. En este linchamiento social su autoestima como persona y
como profesional ha bajado. El docente no se siente valorado, reconocido, apreciado. Se
siente culpable, porque así lo han hecho sentir de la mala educación. Por
ello, asumen, son conscientes de la urgencia, de la necesidad de ser formados
permanentemente, continuamente, a lo largo de su trayectoria profesional, de su
trayecto formativo. Ellos esperan, y nosotros también por supuesto, desarrollar
en ellos: Habilidades superiores del pensamiento para
solucionar problemas; pensar críticamente; comprender y explicar situaciones propias de su
ámbito y desde las ciencias de la educación, desde una perspectiva científica; manejar información, discriminarla críticamente, seleccionarla, buscarla; innovar, resolver viejos problemas con soluciones
distintas o aplicar soluciones distintas a problemas nuevos.
Ello
son profesionales que requieren especializarse, capacitarse en nuevas técnicas,
actualizarse en las nuevas realidades educativas. Ellos ya cuentan con una formación
profesional, con una experiencia docente, se han apropiado y abrevado de
suposiciones y creencias, a veces desde una percepción, aunque muy válida, pero
sesgada. Ellos conocen bien a bien los procesos, los actores, las formas de
interrelacionarse entre sí. En este proceso formativo, en este trayecto
formativo, les aconsejo vayan a la esencia del término educar. Educare,
educere. Extraer lo mejor de cada docente para darle forma, formarlo, en los
asuntos propios del magisterios. Ustedes son formadores de formadores. Ustedes
forman a quienes forman a las nuevas generaciones de jóvenes y niños.
2.-
Por ello, es necesario, mentalizarlos en la labor que realizarán. Formar a
quienes formarán a nuestros alumnos de las escuelas básicas. Darle forma a
ustedes que también han sido afectados por las realidades educativas planteadas
anteriormente. Formar a los formadores de formadores. De igual manera, debemos
de partir de lo que ustedes poseen en el ámbito profesional. Se tiene la enorme
ventaja que ustedes conocen la realidad que viven día los docentes en las
escuelas de educación básica. Además conocen en cierta manera los principios
teóricos de la ortodoxia pedagógica. Por eso, los estamos valorando. Porque
sabemos de su ética, su moral, su responsabilidad, su profesionalismo, de cómo
han encarado esta tarea de formar a los formadores por ello pretendemos que lo
sigan haciendo. Que los sigan haciendo no porque no hay quienes o los que hay no quieren y... pues ya ni
modo con ustedes. De ninguna manera. Porque tenemos la
certeza de lo capaces que son de conducir los trayectos formativos. Porque
sabemos que tenemos que empoderarlos, dotarlos de los elementos mínimos
indispensables para desarrollar esta relevante tarea. Es necesarios que
organicemos lo que tenemos ante nosotros. Que planifiquemos lo que haremos en
los próximos meses. Que programemos cada uno de las actividades que realizarán
sobre el trayecto formativo. Que planifiquen la asesoría. Esto les brindará
cierto margen de maniobra y es un buen principio que, quizá, lo lleve a
alcanzar una autoridad académica. Los Asesores Técnicos Pedagógicos están
llamados a ser los guías profesionales de los profesores. Sabemos que también
su labor no sólo ha sido mal vista sino también incomprendida, mal
entendida, mal concebida.
Para
diseñar su planificación ustedes requieren: Seleccionar estrategias didácticas que propicien
la movilización de saberes: evaluar el proceso formativo, al empezar, durante
su desarrollo y al finalizar la misma. Para esta evaluación ustedes requieren acopiar
evidencias del desempeño para facilitar la toma de decisiones sobre la asesoría
realizada. Evaluar para mejorar el proceso del trayecto formativo. Para mejorar
la formación de los docentes, para mejorar las experiencia futuras de asesoría. Que generen ambientes de aprendizaje
colaborativos y que favorezcan las experiencias significativas de los docente. Esta generación de ambientes de aprendizaje se concibe como un
espacio donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posibilitan
el aprendizaje y las relaciones asesores y asesorados. Por lo tanto, ustedes
los asesores académicos deben tener muy claro lo que se espera de ustedes, de
la asesoría que realizarán de los asesorados y de lo que ellos harán con la
asesoría que ustedes les brinden.
3.- y 4.- Impulsen el trabajo colaborativo, el aprendizaje
entre iguales, la relación entre pares, la interacción entre los colegas de
profesión. Ellos tienen un mismo lenguaje por lo tanto lo comprenden y se
entienden. Y aunque muchos de ustedes tienen el mismo origen y provienen del
mismo lugar la función que desempeñan es distinta y, por lo mismo, la relación se
ve diferente. Porque la horizontalidad de la relación no es tal. Ustedes se
ubican en un plano distinto. No están arriba, ni están abajo en esa relación.
No son mejores ni son menos por supuesto. Ustedes no son autoridad educativa aunque
seguramente ustedes se ganarán el respeto y el aprecio en la medida en que se
desempeñen de la mejor manera. Ustedes tienen ante sí la gran oportunidad de
conquistar una autoridad: la académica. Que la forma en como planifiquen, conduzcan la asesoría académica, consideren el trabajo colaborativo inclusivo, incluyente, con metas comunes de los
asesores y asesorados, facilitar el intercambio con responsabilidad y
corresponsabilidad, con liderazgo compartido. De esta manera se diseñará e
implementarán ambientes de aprendizaje colaborativo que producirán aprendizajes
significativos. Generar ambientes de
aprendizaje y Trabajar en
colaboración para construir el aprendizaje. Reorientar el liderazgo implica
un compromiso personal y con el grupo. Una relación horizontal en la que el
diálogo informado favorezca la toma de decisiones centrada en la formación de
los docentes. Requiere una participación conjunta y activa.
5.- Utilicen los materiales educativos a su alcance. Sabemos
que no siempre llegan a tiempo o en las cantidades suficientes. Por lo tanto
prevean prescindir de ellos en las primeras horas o la primera sesión. Ustedes
dan la cara y ustedes asumen la responsabilidad de llevar a cabo este proceso
independientemente de las vicisitudes y de las condiciones inapropiadas en la
realización de su tarea.
6.- Poner énfasis en el
desarrollo de competencias docentes porque los estándares (descriptores de
logro) o lo que los docentes deben mostrar al concluir el trayecto formativo pudiera parecer nebuloso por las
incertidumbres e indefiniciones al respecto.
7.- La evaluación es un aspecto fundamental en este proceso
que llevarán a cabo. La evaluación implica la obtención de evidencias.
Contrastarlas con las expectativas de aprendizajes; formular un juicio de valor
entre lo esperado y lo logrado; tomar decisiones a partir de ahí para subsanar
los déficit estimados; mejorar esos déficits y mejorar el proceso de asesoría.
Ello conduce en una asesoría individualizada permanente y continua que posiblemente
algunos de ustedes no podrán hacerlo pero es inevitables que ustedes los
busquen informalmente, sin la investidura propia de su cargo y con la enorme
satisfacción de haber satisfecho la necesidad y haber creado otra de
aprendizaje. Aprendizaje a lo largo de toda la vida, permanente, continuo,
cíclico, en espiral. Los asesorandos lo buscarán aunque ustedes no quieran
cuando encuentren en ustedes las respuestas a sus cuestionamientos propios de
la profesión.
El Acuerdo Secretarial 592 concibe a la asesoría académica como un conjunto de
alternativas de atención individualizada que parte de un diagnóstico producto
del proceso que ustedes concluirán al finalizar el trayecto formativo. La
asesoría es un acompañamiento para la
comprensión e implementación de las nuevas propuestas curriculares. El reto de
ustedes está en la resignificación de conceptos y prácticas. Ustedes
solventarán, de una u otra forma situaciones de dominio específico de los
programas de estudio. La tutoría y la asesoría suponen un acompañamiento
cercano.
Muchos de ustedes transitarán de la asesoría a la tutoría,
formal o informalmente. Muchos de ustedes pasarán de ser los asesores a ser
concebidos como tutores, guías, maestros de maestros, sensei, gurús o como le
quieran llamar. He ahí la trascendencia de su labor. Trascenderán a otro plano.
Y en ellos, también ustedes se implicarán, serán afectados, aprenderán, se
formarán, se transformarán.
Si, estamos muy claros como autoridades del enorme reto que
también tenemos ante nosotros. Se requiere la creación de un sistema de
formación docente que considere, entre otros aspectos igualmente importantes: La formación inicial; La especialización con tutoría y acompañamiento
permanente donde converjan diversas instituciones formadoras de docentes.
Así se expresa en el multicitado acuerdo. El
funcionamiento de un sistema nacional de formación continua y superación
profesional de los maestros de educación básica en servicio cuyo enfoque sea la
alta especialización docente y directiva de acuerdo con la necesidades reales y
con la mirada puesta en el avance científico y tecnológico que incidan en la
realidad social y educativo en lo inmediato, lo mediato y con una visión de
largo alcance. El
fortalecimiento de la asesoría académica a las escuelas públicas para consolidar
el trabajo técnico pedagógico y directivo atendiendo la congruencia entre los
perfiles docentes y la función que se les asigne. Un verdadero sistema se asesoría académica a
la escuela.
Claro
está que todos los docentes en servicio tengan la oportunidad de formarse
permanentemente, de desarrollarse profesionalmente. Que dicha formación sea
inclusiva, diversa, equitativa, pertinente, de calidad.
En
tanto no alcancemos ese ideal vayamos poniendo los cimientos. Les pido de favor
que ustedes nos ayuden a prestigiar la asesoría, la tutoría. Que dignifiquemos la labor de los
asesores técnico pedagógicos como verdaderos profesionales de la educación. A
callar bocas dando cachetadas con guante blanco. Pero sobre todo, por
brindarles a los alumnos de educación básica la posibilidad de contar con ese
derecho humano fundamental: el derecho a una educación de calidad. Uno de los
tantos factores que inciden en el aprendizaje de los estudiantes, en la calidad de
la educación es el factor docente y el factor humano. Seamos mejores docentes y
seamos mejores humanos. Ustedes tienen ante sí, la gran oportunidad de hacerlo
realidad. Dense y denos el privilegio de contar con su destacado trabajo
profesional dando forma al tipo de docentes que requieren nuestros estudiantes,
que estén a la altura de la realidad, para la mejora educativa, para la
transformación social. Gracias por su atención.
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