Nota: El Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación me invitó a impartir una conferencia en Oaxaca el pasado 26 de marzo de 2012. Fue una experiencia inolvidable por las circunstancias tan particulares de ese contexto geográfico y profesional. A continuación comparto el texto preparado para este fin.
Muy
buenos días
Es un gusto y un honor estar
con ustedes el día de hoy. Agradezco al Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación (SNTE) por la invitación. De igual manera, a los organizadores por
la gentileza de sus atenciones.
La Etapa Estatal del 3er
Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros y del 5º Congreso Nacional
de Educación es el espacio ideal para conversar con ustedes sobre el tema 2
referente a la evaluación como un proceso de mejora. Particularmente
reflexionaré acerca de un Sistema Nacional de Evaluación para la Educación.
Pretendo poner sobre la mesa
los conceptos de sistema y evaluación. Ello me permitirá expresarles como
concibo la evaluación sistémica implícita en un Sistema Nacional de Evaluación.
La duración de mi exposición la tengo planeada desarrollarla entre treinta y
cuarenta y cinco minutos aproximadamente. Me apoyaré en algunas diapositivas en
power point. Esta presentación se las proporcionaré a ustedes a través de los
organizadores. Ellos definirán la forma de hacérselas llegar. Espero con ello,
que ustedes se concentren en lo que les diré. Si acaso quieren “tomar nota”
será más enriquecedor que buscarán una técnica distinta a la transcripción
literal de lo que se dice en las diapositivas. Mapa mental, conceptual, cuadro
sinóptico, esquemas, y cualquier otra técnica que les permita analizar,
sintetizar, criticar las ideas aquí expuestas y sobre todo asumir una posición
al respecto.
Al término de mi
intervención, el moderador o los moderadores, según sea el caso, determinarán el
mecanismo de participación y el tiempo considerado (tanto de la plenaria como
de las participaciones individuales) para el intercambio de puntos de vista
entre ustedes y un servidor. Estoy a su disposición.
Si desean estar en contacto
conmigo pueden hacerlo a través de las redes sociales siguiente:
Twitter: @SergioDunstan
Facebook: Sergio Dunstan
En mi blog, http://sergiomartinezdunstan.blogspot.com
tendrán otra forma de comunicarnos y encontrarán artículos de mi autoría
publicados en revistas y libros especializados, los textos en los cuales me he
basado en algunas conferencias e incluso algunos discursos pronunciado. Este
blog es una compilación de escritos sobre educación y pedagogía producidos
sobre mi praxis profesional.
Sin más preámbulo, doy inicio
a esta charla titulada “El Sistema Nacional de Evaluación para la Educación.
Algunas reflexiones para su conformación.”
¿Qué es un sistema?
Un sistema es un conjunto
organizado de algunos elementos interrelacionados los cuales suponen y
contribuyen a una función global. Estos elementos pueden ser principios,
reglas, normas, lineamientos. Pueden también ser también políticas, programas;
o procesos como gestión, docencia, aprendizaje. También puede aludir a ciertos
actores como profesores, directores, alumnos. También a ciertas dimensiones
como efectividad, eficiencia, eficacia, impacto; a ciertos planos o niveles
como educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, preparatoria,
universidad; educación básica, media superior y; superior. Algunos sistemas
(cibernéticos, computacionales, informáticos) consideran input, throughput,
output. Dicho en castellano, entrada (la materia prima o insumos), proceso de
transformación y output (salida o producto terminado).
Todos los sistemas tienen
composición, estructura y entorno. Subrayo este último: ENTORNO. Introduzco con
ello un modelo inicial (en términos simplistas entiendo un modelo como un molde
aunque en realidad es mucho más profundo el concepto) al cual referiré también
cuando hable sobre el término de evaluación. Contexto, Insumos, Procesos,
Productos.
Ahora hablemos de evaluación.
Existen muchas acepciones. Distintas posturas, visiones y enfoques del término.
Sólo para ilustrar esta idea referiré dos enfoques sin que ello signifique que sean los únicos; como
juicio de valor y como medida.
La evaluación es un proceso
ordenado y riguroso. La evaluación implica
a).- Una recogida de
información
b).- Un referente de
comparación (estándares)
c).- Una valoración o juicio
de valor producto de la contrastación entre la evidencia empírica obtenida y el
referente o estándar de comparación.
d).- Eso de la información
para la toma de decisiones tendientes a mejorar el objeto evaluado.
La evaluación se realiza para
diversos fines. Diagnóstica, formativa y sumativa. Al inicio del proceso a
evaluar, a lo largo y al final del mismo. Los fines responden determinan de una
u otra manera ¿para qué evaluar? La evaluación está asociada al proceso de
mejora. La evaluación en la educación busca la mejora educativa.
Son muy diversos y variados
los objetos de evaluación. El más tradicional y común son los aprendizajes de
los estudiantes al término de un proceso de intervención. También son
evaluables: la enseñanza y el desempeño de quienes enseñan o ejercen la
docencia; el currículum formal; la gestión, los programas de intervención
educativa; la política educativa. Permítanme ampliar un poco más estos dos
último objetos de evaluación: la gestión y la política.
A quienes hemos ejercido la
docencia son muy significativas para nosotros las evaluaciones de los procesos
de enseñanza y aprendizaje. Poco sabemos, porque existen pocas experiencias en
México, acerca de la evaluación de la gestión. Evaluar la gestión, ¿cuál gestión?
¿La gestión de los aprendizajes? ¿la gestión de la enseñanza? ¿la gestión
escolar? ¿la gestión educativa? ¿la gestión de la política? Sobre la gestión
política ¿a qué nos referimos con ello? ¿a la gestión de y entre los diversos
grupos de poder? ¿o las políticas públicas, de gobierno, de estado? ¿o a la
gestión de la política sindical? ¿o la gestión sindical a secas?
Responder a estas, y otras
supongo también, es un buen principio que permitirá clarificar con precisión
que vamos evaluar, definir nuestro objeto de evaluación. ¿Qué voy a evaluar?
Según el actor a quien se la asignado una tarea específica determina qué o a
quien evaluaré. No sólo la acción realizada por un sujeto sino también al
sujeto que la realiza. Existen una gran diferencia entre evaluar un objeto y
evaluar un objeto. El proceso evaluativo debe ser distinto. En ocasiones, a
quien se le ha encomendado una determinada tarea no depende exclusivamente de
quien la ejecuta exclusivamente sino también a otros actores implicados directa
o indirectamente porque nos hay una relación lineal. Por ejemplo, a mayor gasto
mejores resultados, con mejores docentes mejores resultados. No necesariamente.
La acción principal de la
administración es la gestión. Administrar es gestionar, Gestionar es hacer que
la cosas ocurran. Para lograr el propósito de la gestión se identifican varios
procesos. Por ejemplo: planificar, organizar, dirigir, controlar un proceso; o
diseñar, planear, implantar o implementar y evaluar un proceso.
Gestionar los aprendizajes,
la gestión de los aprendizajes de acuerdo al currículum formal y explícito le
corresponde al docente. La gestión curricular (diseño, desarrollo y evaluación)
le corresponde en buena medida a la instancia rectora nacional como lo es la
Secretaría de Educación Pública y, por otra parte, a las entidades federativas
según el currículum correspondiente a la asignatura estatal en algunos casos.
La gestión escolar (administrar lo que ocurre al interior de las escuelas) es
una tarea propia de los directores escolares. Gestionar la educación (educar a
las personas) en el sistema educativo nacional le corresponde a los “policy
makers” (quienes hacen o toman decisiones de política pública) desde el
Secretario de Educación hasta los supervisores escolares teniendo entre medias
a los jefes de sector, jefes de ofician, jefes de departamento, coordinadores,
directores de área y, en sí, toda la burocracia en pleno. Gestionar la
educación de los ciudadanos fuera del sistema educativo formal es algo más
complicado y asunto de los agentes educadores, a la sociedad en general,
directos e indirectos, formales e informales como la familia y los medios sólo
por citar dos ejemplos. Todo lo anterior sin menoscabo de la participación
ciudadana y social
Gestionar la política, la
política pública, es competencia de quienes la diseñan ya sea el congreso
federal (Cámaras Alta y Baja) y local. Les compete a ellos evaluar las
políticas a partir de los resultados obtenidos, pero también sobre la forma en
como se llevan a cabo, a que intenciones responde, desde cual contexto se tomó
de base, etc.
Todos las anteriores acciones
realizadas por determinados actores guardan una relación entre sí, o debieran
guardarla y son determinantes para alcanzar los propósitos deseados o la metas
pretendidas para cubrir las expectativas. Todos ellos son un factor que incide
en la educación. Son factores relacionados con la acción educativa desde el
plano que se les quiera ver. Todos los actores y acciones realizadas por ellos
son evaluables y, por lo tanto, deben ser evaluadas no sólo para valorarlas
sino también para reencauzar el desempeño de los actores y transformar la
realidad que dieron origen a su nacimiento.
Es deseable, por lo tanto,
evaluar a todos los actores y acciones. Tener presente que incidir en los
actores se afectaría el equilibrio del sistema. Guardar el equilibrio significa
articular debidamente todos los componentes estructurales del sistema. Hoy en
día, en México, lo que se lleva es, en el mejor de los casos una evaluación de
los resultados del aprendizaje de los estudiantes y ni siquiera articulado
porque diversas agencias evaluadoras lo realizan sin implicarse entre ellas o
implicándose parcialmente. Con ello, se cuenta con una visión parcializada,
sesgada de la realidad educativa. Para este propósito, por ejemplo, la
Evaluación Universal de los Docentes debiera ser un componente más de los
diversos que debieran integrar el sistema de evaluación mencionado.
La relevancia y trascendencia
de establecer un marco de referencia, los referentes o estándares, se hace
necesario acordar como se concibe la acción y como se desarrollaría; es decir,
lleva consigo un modelo de enseñanza, un modelo de gestión e incluso de modelo
de política pública específica en todos los niveles y planos comentados
anteriormente.
En el argot científico, para
estos fines, se habla de benchmarking. Es decir, sería deseable realizar un
estudio en donde se analicen las experiencias desarrollar en otros países para
la implantación de un Sistema Nacional de Evaluación como al que nos hemos
venido refiriendo. Sería una evaluación comparativa. En segundo término una
evaluación de las evaluaciones (metaevaluación) realizadas en el ámbito nacional
y estatal para valorar su pertinencia, para evitar duplicidades, para optimizar
recurso y para alinear todo desde una única visión.
Por último, ya hay ciertos
avances. Recientemente se publicó el Acuerdo Secretarial 592 por el que se
establece la Articulación de la Educación Básica. Es un documento valioso que
define no sólo un modelo educativo sino un modelo pedagógico. En ese acuerdo se
alude a la Reforma Integral de la Educación Básica. Ahí mismo también, se
plantea una visión particular de la evaluación y se delinea la forma en como
llevarla a cabo en el espacio aúlico y dentro del propio sistema.
En síntesis, en la
conformación del Sistema Nacional para la Evaluación del Sistema Educativo
Nacional deben identificarse e incluirse todos los actores y acciones
organizado categorías, componentes, dimensiones, según sea el caso. Hay avances
pero aún falta camino por recorrer, definir ciertos principios fundamentales y encontrar
la manera más adecuada de hacer que los diferentes componentes se interrelacionen.
Hasta aquí dejo mis
reflexiones y espero sus comentarios al respecto. Gracias por su atención.
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