
La evaluación en
todos los niveles de la educación
La tarea docente, como cualquier otra
actividad profesional, es susceptible de evaluarse de acuerdo con los
resultados obtenidos. En este caso, cuánto aprenden los alumnos y la utilidad
del conocimiento. Esto parece muy simple e incluso razonable. Pero en este
momento no lo es, ¿Por qué?
En el enfoque de las diversas evaluaciones
masivas en la educación básica mexicana se considera solamente el resultado
final soslayando los procesos de enseñanza y aprendizaje, el entorno de los
estudiantes así como las diversas variables que inciden en el logro educativo.
Hay diversos factores que impactan al aprovechamiento de los alumnos.
La evaluación es transdisciplinaria porque
abarca desde la evaluación de los aprendizajes a través de pruebas como ENLACE,
PISA y EXCALE, entre otras. Pero con
todo y eso, no hay viabilidad ni acuerdo, ni un consenso político sobre cómo
hacer la valoración del desempeño en los docentes de la educación básica para
saber si es que en realidad ellos son parte del problema o el problema mismo.
Si son víctimas o victimarios.
En los últimos años, el conflicto
magisterial sobre la evaluación en la educación (la prueba, ENLACE) se ha
puesto en el debate por varios sectores, particularmente, por los sindicatos de
maestros. Sin embargo, es preciso dimensionar lo que entendemos como evaluación
en el ámbito educativo.
Más allá de eso, se espera también la
valoración de quienes fungen como directores de escuela y de ahí se vaya
encumbrando esta escala hasta la autoridad educativa, es decir, el Secretario
de Educación Pública. Porque el tramo entre estas autoridades es bastante amplio y se juega mucho al
teléfono descompuesto. Es por eso que todos necesitan ser supervisados, ¿Para
qué sirve tal o cuál funcionario?, ¿Cuáles son los resultados que debe
ofrecer?, de los objetivos que se trazan, ¿cuántos se han logrado? Se trata de
medir también la eficacia de la burocracia y conocer si se puede optimizar.
Los especialistas indican que existe una
forma indirecta de transformar los puestos o posiciones sociales que consiste
en cambiar la subjetividad de quienes los ocupan y le dan vida. Estos
Es ahí donde el Centro de Cooperación
Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL),
ha enfocado muchos de sus esfuerzos a través de su vocación de
“Formación de formadores”: en cambiar las perspectivas de los involucrados
directamente en la educación, de los encargados de tomar decisiones en el
ámbito educativo, por ejemplo, con su Maestría en Políticas Públicas para el
Desarrollo Social y la Gestión Educativa, dirigida a personalidades en los
distintos planos de Gobierno y gente interesada en estos temas para que lo
aprendido en la maestría tenga un impacto tangible en las comunidades o países
y ayuden a un desarrollo equitativo y justo.
A través de sus más de sesenta años, el
CREFAL ha sido factor de cambio en México y los países de la región ya que ha
provocado transformaciones en los profesores, desde sus actitudes,
valores, predisposiciones, expectativas, etc., con el fin de
cambiar la disposición de hacer las cosas en el aula y, de esta manera, cambiar los principios que
modelan su oficio.
Se trata de conseguir la mejor calidad
educativa de que nuestro tiempo, y con nuestras herramientas, nos pueda
ofrecer. Sobre todo a través del aprendizaje continuo.

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