Nota: el pasado catorce de junio participé en el evento por aludirse más adelante. Aunque abordé los aspectos básicos sobre la evaluación el foco lo puse en la evaluación de procesos más que de los actores responsables de los mismos o, lo que es lo mismo, en el desempeño de ellos así como también en la evaluación de los programas educativos como elementos concretos de las políticas educativas. La Secretaría de Educación Pública tiene esta atribución pero poco se sabe de lo que hace al respecto. El CONEVAL lo ha venido realizando en algunos casos y en sus conclusiones refiere algunas dificultades técnicas en el diseño de los mismos que dificultan sugerir mejoras. En el diseño de las poíticas, las tomas de decisiones sobre las mismas y de la implementacion de los programas inherentes a ellas, quienes implementan los programas y le dan seguimiento se involucran muchos actores. La evaluación y, aún más, la metaevaluación (la evaluación de la evaluación) de los programas educativos o programas de intervención educativa es un área de oportunidad que aún no se atiende. Al término de la charla, conversé durante cerca de tres horas con los congresistas sobre la praxis concreta en la cual están implicados y tienen algunas posicionamientos y desconocimientos. Creo que las notas que preparé para esta charla refleja muy poco de como se desarrolló la conferencia y el intercambio y retroalimentación de ideas entre el auditorio y un servidor. De cualquier forma, comparto el texto.
La evaluación de los procesos, de los programas de intervención y de las políticas públicas para identificar las áreas de mejora y diseñar estrategias pertinentes a la calidad de la educación.
Hola, muy buenas tardes:
Agradezco al Comité Ejecutivo Nacional
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y, en lo particular, a
la Comisión Organizadora de este 5º Congreso Nacional de Educación y 3er
Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros el invitarme a hablar sobre
el tema de la evaluación como proceso de mejora.
A lo largo de
la plática me referiré al término de educación aludiendo con ello:
- a la educación que imparte el estado (federación, entidades federativas y municipios) administrada con recursos públicos como obligación legal de prestar los servicios educativos (a la cual comúnmente llamamos educación pública)
- al sistema educativo nacional especialmente a los educandos y educadores; a las autoridades educativas; los planes, programas, métodos y materiales educativos; y a las instituciones educativas del estado y sus organismos descentralizados
- A la educación de tipo básico (compuesta por los niveles de preescolar, primaria y secundaria) genéricamente llamada educación básica, en la modalidad escolarizada.
Pretendo como
propósito de esta charla contrastar la teoría y la praxis de la evaluación en
los términos precisados en el párrafo anterior y con ello brindar elementos de
análisis sobre este tema. Para lograrlo abordaré los siguientes aspectos:
- El concepto de evaluación
- Los fines de la evaluación
- La evaluación concebida como una transdisciplina
- Modelos de evaluación
Sin mayor
preámbulo doy inicio a mi participación.
El concepto de evaluación
El término evaluación trae consigo algunas
implicaciones propias de la disciplina:
- Es un proceso sistemático y ordenado
Implica seguir una serie de fases. Al menos, una
proyección clara de todo el proceso educativo, un diseño, la ejecución del
plan, el seguimiento al mismo, con la finalidad de asegurar que se realice conforme a lo planeado
y, de ser necesario, hacer las correcciones en caso de alguna desviación, hasta
su correcta culminación. Este proceso es ordenado y sistematizado porque cada
fase tiene un lugar predeterminado de todo el proceso y cada una de las fases
integra al todo de manera articulada. La evaluación
es sistemática porque se adecua a un sistema, la evaluación es sistemática
porque cada una de las partes que la integran pertenece a la totalidad del
sistema. Sistematizar la información según un sistema.
- Recogida de información
- Responde a ciertas exigencias (válida, confiable, útil)
Por supuesto
que, también debe ser pertinente y útil. Para su recolección no existen
restricciones más que las propias de la ética científica y humana. Instrumento
de índole cuantitativa y cualitativa. Esa información será procesada, se le
dará un tratamiento especial, ya sea utilizando técnicas propias de la
estadística descriptiva o inferencial, y algunas otras herramientas
cuantitativas.
- Permite la emisión de juicios de valor fundamentados
Esa información
será cotejada con referentes. La comparación es inherente al proceso de
evaluación. Conocer la realidad y contrastarla con una norma o criterio. De ahí
la clasificación de la evaluación con referencia a normas (por reglas
estadísticas) o un criterio. En ambos casos son un estándar de evaluación.
- Facilita la toma de decisiones que afectan al objeto evaluado
Esto permitirá
emitir un juicio de valor, valorar el objeto evaluado, y tomar decisiones para
modificarlo, transformarlo, mejorarlo. Por esta razón escuchamos la frase: evaluar para mejorar, o para el caso que
nos ocupa, la evaluación como proceso de
mejora.
Los fines de la
evaluación
Pudiéramos
identificar un sinnúmero de propósitos para evaluar la ortodoxia:
ü Una evaluación para conocer el estado de las cosas (diagnóstico)
ü Una evaluación para conocer el estado final de las cosas al término del
proceso, cualquiera que este sea.
ü Evaluación sumativa a lo largo de todo el proceso, después de la
inicial y antes de la final, la cual se conoce como evaluación formativa.
En síntesis,
los fines son diagnósticos, formativos y sumativos.
La evaluación como
transdisciplina
La evaluación
en el campo educativo históricamente se ha asociado al concepto de medida.
Concretamente se le vincula con una posición instrumentalista como los exámenes
escritos o pruebas estandarizadas. La psicometría estudia este saber
científico. La evaluación existe en otros campos del conocimiento en las
ciencias sociales, en las ciencias naturales y en las ciencias exactas.
Hoy en día está
rebasada la idea de concebir como sinónimos psicometría y evaluación, medición y valoración. En dado caso, la
medición puede formar parte de la evaluación. Algunos especialistas la
consideran como una transdisciplina. Coincido con ello. En la evaluación como campo del saber
científico, los principios, la racionalidad, la lógica, la metodología, la
técnica y los instrumentos pueden emplearse en otros campos diversos del
conocimiento humano. Específicamente en el campo educativo puede evaluarse de
distintas maneras el aprendizaje logrado por los estudiantes. Lo anterior
significa abordajes metodológicos diferenciados de acuerdo con el enfoque, por
ejemplo, si valoramos cómo se aprendió o cuánto se aprendió.
En educación
también pueden evaluarse diversos objetos. Existe una multiplicidad de objetos
de evaluación. Asimismo, es susceptible de evaluarse el proceso de enseñanza
así como también el soporte técnico, humano, político, administrativo,
pedagógico que logre potenciar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Este
soporte lo conocemos como el proceso de gestión. Es el proceso en donde debiera
apoyarse la enseñanza y el aprendizaje, la gestión de los aprendizajes, la
gestión que se desarrolla en la escuela, la gestión de quien dirige la escuela,
con la finalidad de asegurar que los docentes enseñen lo que deben enseñar en
el tiempo señalado y de acuerdo con los lineamentos establecidos, y en sí, que
logren los resultados esperados, que el alumno mínimamente aprenda, sino es que
se desarrolle todo su potencial humano. A este tipo de gestión se le conoce
como gestión directiva, gestión es la acción que realizan los directores en la
escuela o llanamente gestión escolar. Aunque debemos tener en mente también la
presencia de otros actores que administran acciones de los directores
escolares, que gestionan la dirección de los centros escolares, en otras
palabras la gestión de la gestión escolar a quienes conocemos como supervisores
escolares, e incluso más complejo, la administración de la gestión de la
gestión escolar a través de los Inspectores generales a quienes conocemos como
Jefes de sector.
Estos actores a
quienes conocemos como Jefes de sector genéricamente les llamaré “directivos” a
ellos les corresponde en el marco de sus atribuciones, entre otras funciones,
claro está, la de facilitar y poner las mejores condiciones para la
implementación de ciertos programas educativos, para ser más preciso, los
programas de intervención educativa son la concreción de la políticas públicas
en materia educativa; los directivos, incluso otras figuras ubicadas
funcionalmente entre el director escolar y el profesor como el caso de
subdirectores, jefes de enseñanza, asesores técnico-pedagógicos, entre otros, y
son el vínculo entre la gestión y los procesos de enseñanza aprendizaje a nivel
áulico, tienen bajo su encargo la gestión, la implementación y, en menor grado
y nitidez, la evaluación de los citados programas, e indirectamente, de las
políticas públicas.
El vértice de
la pirámide lo conforman los tomadores de decisiones (policy makers) representados por los funcionarios de la
administración pública, denominados mandos superiores, Secretario,
Subsecretario y Directores de área o sus equivalentes.
Entre los
Directores de área y los Jefes de sector o Inspectores generales se ubican los
mandos medios de la burocracia quienes tienen la encomienda de transmitir y
hacer cumplir las decisiones tomadas. Con la explicación anterior, quiero
mostrar la complejidad del sistema educativo y, por lo tanto, la complejidad de
una evaluación sistémica y sistemática. Ortodoxamente existe una gran
diferencia entre evaluar el desempeño de los actores y evaluar los procesos. A
mi parecer: aprendizaje, enseñanza, gestión, programas, políticas.
Si lo
hiciéramos más complejo incluiríamos la fase de diseño de las políticas que por
lo regular se realiza en los congresos locales y federales porque ahí se
definen, además de los lineamentos generales, sino también el presupuesto.
Los mandos
superiores tiene recortados los márgenes de maniobra y las áreas financieras de
los despachos de educación se preocupan más por el ejercicio y comprobación de
gasto a través de las reglas de operación dejando de lado el propósito central: La
educación de los estudiantes. Burocratización de los programas de intervención
educativa.
- Evaluación de los resultados del aprendizaje estudiantil
- Evaluación del proceso de aprendizaje
- Evaluación de los resultados de la tarea docente
- Evaluación del proceso de enseñanza.
Proceso
|
Resultados
|
|
Alumno
|
Aprendizaje
|
Aprendizaje
|
Profesor
|
Enseñanza
|
Enseñanza
|
Directivos y mando medios
|
Gestión
|
Gestión
|
Mandos superiores
|
Toma de decisiones
|
Toma de decisiones
|
El cuadro anterior
debiera considerar también lo relativo a ciertas variables contextuales del
sistema educativo nacional como el financiamiento y los recursos empleados y
los necesarios.
Modelo de evaluación
En un modelo
para la evaluación del sistema educativo nacional debieran considerar algunas
variables contextuales tomando como base los estudios de factores asociados al
logro estudiantil, así como también los procesos inherentes a la prestación del
servicio educativo, los resultados obtenidos y los resultados deseables en
concordancia con el proyecto de nación impulsado como criterio. Y de esta
manera, valoraría si los resultados se deben a las políticas y los programas
(evaluación de impacto) si cumplen con los propósitos para la cual fueron
creados (eficiencia) haciendo uso óptimo de los recursos (eficacia). Hasta aquí
se vislumbra el término de calidad. Calidad educativa tienen relación con la
calidad de los aprendizajes (apropiados a la sociedad actual) calidad de la
enseñanza, calidad de la gestión, calidad de las políticas públicas. La calidad
alude a una serie, es relativa porque debe adecuarse a nuestro entorno
sociocultural, lo que para otros países es calidad puede que nulo sea para el
nuestro. Pero sí estamos influidos por la economía del mercado, la sociedad del
conocimiento y del desarrollo de México como nación depende en buena medida por
el concierto de las naciones, los criterios de calidad contempladas en otras
sociedades los debiéramos tener en cuenta para adaptarnos y desempeñarnos de la
mejor manera en un mundo globalizado.
De aquí la
justificada necesidad de conformar un Sistema Nacional de Evaluación para la
calidad educativa. No estar implementando evaluaciones desarticuladas, sin ton ni son, que no guardan
congruencia entre sí. Si el Sistema Nacional de Información educativa se
subutiliza y dejan de considerarse los datos como insumo para una mejor
comprensión no solo de nuestra realidad educativa sino también social. Debemos
asegurar desde su diseño inicial, la comunicación entre estos dos sistemas. De
no armonizarse las diversas visiones, perspectivas de los diversos actores y
sectores, la educación seguirá siendo el campo de batalla; la evaluación, las
armas de destrucción masiva y; nuestros estudiantes, las víctimas inocentes. Que no nos sorprendan, de continuar estas situación, que el sistema nacional de educación básica lo veamos como Hiroshima y Nagasaki después de la explosión de las bombas atómicas.
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