Nota: Este artículo fue publicado en el año 2000 en la "Revista Alternativa Pedagógica" Año 7, No. XXIII, de la Universidad Pedagógica Nacional . La tesis es no es hacer al maestro informático sino proporcionarle las herramientas para mejorar su labor. De cualquier forma coincido en que es más viable este proceso que hacer al informático pedagogo. Hay otras ideas muy rescatables a mi parecer: las actitudes del docente ante este reciente campo de acción.
Hoy hablaré de dos puntos que me apasionan mucho en los cuales he estado inmerso desde hace algún tiempo: por un lado la formación y por el otro la informática. Este trabajo tiene la intención de ofrecer algunas líneas desde donde pudiera abordarse la formación docente en informática aplicada a la educación. Estas reflexiones son producto de mi experiencia profesional por lo que, en cierta forma, recupero mi proceso de formación. Esta plática la dirijo principalmente a los estudiantes de la Maestría en Desarrollo Educativo Línea Educación e Informática de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Ajusco con la finalidad de que conozcan el campo que les espera cuando concluyan satisfactoriamente sus estudios. Pero no es exclusivo para ellos sino también para los docentes responsabilizados de los espacios en donde se ofrece formación de docentes en informática y en general para todos los interesados en la materia.
Este trabajo se divide en los siguientes apartados: En el párrafo anterior se dio una breve introducción al tema y hacía quien dirige el trabajo. Así como también a la estructura del mismo lo que estoy intentando explicar en estos momentos. Después se desarrollará el tema justificando desde la propuesta oficial la importancia del mismo analizando brevemente el Programa CoEEBa-SEP y el acuerdo nacional de la Modernización a la Educación Básica el cual es fundamento de otros documentos normativos como el Plan Nacional de Desarrollo y los Programas Sectoriales de Desarrollo Educativo e Informático proyectado para 1995-2000. El último tema discutido es el referente a las probables aportaciones del docente hacia la informática educativa lo que nos permitiría identificar las líneas en que debe trabajarse la formación de docente en el área. En este mismo apartado al final se explican algunas actitudes que favorecen o impiden ésta formación. Por último se hace una recapitulación de los puntos más sobresalientes.
Es necesario explicar que mi profesión es Profesor de Educación Primaria y durante los últimos 15 años en este espacio me he desarrollado en el Estado de México. He podido estar en contacto con maestros de educación primaria intercambiando experiencias para mejorar nuestro desempeño docente en el aula de forma espontánea en las reuniones de Academia que se organizan en el interior de cada zona escolar. Por esta razón me despertó el interés primero por estudiar la carrera de Pedagogía y después la especialización en Formación de Docentes lo que me abrió un panorama distinto para comprender y transformar la docencia. Durante este tiempo (11 años) El espacio exclusivo en el que me desenvolví fue en la escuela primaria y viví muy de cerca el nacimiento de dos proyectos que aún siguen vigentes, con lo cual entramos en materia.
a) Programa CoEEBa-SEP
Computación Electrónica en la Educación Básica (CoEEBa) o como dicen los alumnos cuando les pregunto por su maestra me responden “están en la cueva, maestro”. Este proyecto educativo se inicio a partir de 1985 con la finalidad de introducir la computadora a la educación básica a través de un convenio celebrado entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILSE). CoEEBa inició formalmente sus labores en 1986, en tercer grado de Educación Secundaria. Años después, en 1989, se continuó dicho trabajo para los otros grados y como prueba en la escuela primaria con carácter oficial.
Para este fin se crearon centros CoEEBa-SEP en cada uno de los estados con la finalidad de coordinar a todos los elementos involucrados en el programa para la ejecución de acciones encaminadas al desarrollo del programa, de las cuales destacó: “Capacitar y asesorar a los profesores en el uso del equipo computacional como auxiliar didáctico en el aula” (Secretaría de Educación Pública. Programa de Computación Electrónica en la Educación Básica. ILCE-SEP México 1993 p. 18).
Los resultados están a la vista. El ILCE se desliga del programa CoEEBa-SEP y los beneficios que se venían obteniendo de ese organismo no lo cubren los gobiernos estatales. Ni los alumnos aprendieron a usar la computadora porque su clase computarizada se caracteriza por ser un libro electrónico que hay que consultar para hacer menos tedioso el tema. Así como también fueron pocos los profesores que aprendieron a utilizar la computadora.
b) La Modernización Educativa
El 18 de Mayo de 1992 se suscribió el acuerdo para la Modernización Educativa (ANMEB) en el cual se pretende “transformar el sistema de educación básica – preescolar, primaria y secundaria – con el propósito de asegurar a los niños y jóvenes una educación que los forme como ciudadanos de una comunidad democrática, que les proporcione conocimientos y capacidad para elevar la productividad nacional, que ensanche las oportunidades de movilidad social y promoción económica de los individuos, y que, en general, eleve los niveles de calidad de los educandos y de la sociedad en su conjunto.” (Secretaría de Educación Pública. Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación Básica. Revista Cero en Conducta. Año 7, Número 31,32. Septiembre-Diciembre de 1992 p. 83.)
El estado se propone elevar la calidad educativa a través de dos estrategias: Los contenidos y los materiales educativos y la motivación preparación del magisterio. Este último punto comprende seis aspectos principales de los cuales retomo: Formación del maestro; y la actualización, capacitación y superación del maestro en ejercicio. El primer punto fundamenta la reciente reforma curricular a las escuelas normales en donde se ofrece la formación inicial de los futuros profesores. En relación con el segundo aspecto contempla un programa que refuerce la formación inicial del maestro la cual debe asumirse como actualización permanente.
Este es uno de los pocos planes transexenales es decir que abarcan en periodicidad de tiempo más allá de un sexenio. En él se fundamenta en materia educativa el Plan Nacional de Desarrollo Educativo 1995-2000 (PND) el cual es un documento presentado por el ejecutivo federal que debe cumplirse, y hacerse cumplir, por parte de las instancias correspondientes. Como ejemplo de lo planteado en la oración anterior baste señalar que en el PND se menciona el establecimiento de “un sistema de formación, actualización, capacitación y superación profesional del magisterio” (Poder Ejecutivo Federal. Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 p. 86)
Con la finalidad de presentar acciones para el logro de las metas señaladas en el PND se emitió un decreto el 19 de febrero de 1996 en donde se expone el programa sectorial denominado Programa de Desarrollo Educativo (PDE) el cual “define un conjunto de tareas para consolidar innovaciones que están en marcha a partir del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica” (Secretaría de Educación Pública. Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000. P. 25)
En este documento se menciona que “educar es pretender la transformación del ser humano conforme a una percepción a futuro” (PDE p. 27). Entonces se debe considerar al profesor como un probable educado o como menciona Giles Ferry un formador en formación. En el PDE se analiza seriamente la forma en cómo se ve afectada y como pueden aprovecharse las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Es rescatable mencionar lo ahí pronunciado “que la educación se conciba y se realice como un proceso permanente a lo largo de la vida” (PDE p. 64).
Dentro del ANMEB se propone un escalafón horizontal donde se estimule la formación docente continua y permanente con la promesa de obtener beneficios económicos conforme vaya cumpliendo una serie de etapas. A este mecanismo se le denominó Carrera Magisterial y permitió que muchos docentes se incorporaran a programas de posgrado como parte de sus derechos y para gozar sus beneficios.
En relación con la informática existe en México un organismo dependiente del aparato gubernamental denominado Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el cual se encarga de la formulación de la política nacional en informática, entre otras funciones. Dicho instituto presentó el 14 de abril de 1996, el programa de Desarrollo Informático 1995-2000 (PDI). En él presenta la necesidad de introducir al docente en el manejo de redes con la finalidad de que pueda hacer uso racional y crítico de las nuevas tecnologías de información sobre todo para su formación. Ahí se menciona que la “incorporación de tecnologías de la información en el sistema educativo nacional, que permita mejorar métodos de enseñanza y materiales de apoyo, proporcionar educación remota y capacitar profesorado.” (PNI p.41). El problema es que “se tiene un analfabetismo informático y un alto porcentaje de personas deseosas de aprender a utilizar la computadora” (PDI p. 50). Por analfabetismo informático se entiende el desconocimiento en la utilización y manejo la informática. Las líneas de acción propuestas se refieren a la difusión y fomento del uso de las nuevas tecnologías de información para lo cual se propone “diseñar programas educativos dirigidos a la población en general para la enseñanza del uso de las computadoras” (PDI. P. 61.)
Es decir, en el área educativa se deben formar los recursos humanos con la finalidad de proporcionarles una cultura informática como parte de su formación permanente y continua de tal forma que le permita incorporar, asimilar e innovar la informática en la educación. Se requiere, por lo tanto, una formación de docente que los acerque a situaciones esencialmente pedagógicas.
Estos dos proyectos me abrieron la posibilidad de buscar mi propia formación en informática educativa mediante la Maestría en Educación Campo Informática y Educación. Viví el proceso primero como alumno y después del otro lado de la mesa, como formador de docentes. Como alumno en más de una ocasión cuestioné a la institución aunque después lo justificaba porque es la única maestría a nivel nacional que se imparte con estas características. Como agregado a este comentario es necesario señalar que el año pasado la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior ANUIES publicó un catalogo con las opciones de posgrado de todas las instituciones del país y en él se detectó solo un doctorado en el Estado de Morelos alusivo a la Informática y Educación. Las preguntas que surgían aquí eran ¿Cuál es la currícula ideal en la formación de docente en informática? O dicho de otra forma ¿Qué deben saber los profesores sobre informática?¿Hasta dónde debe involucrarse el docente en un área desconocida para él?¿En qué campo profesional se debe desenvolver?
El resultado que se observó es que se proponían soluciones remediales, a manera de paliativos, con la finalidad de que el profesor dominara la parte instrumental de la informática partiendo del supuesto que era un experto en el área educativa. La parte más débil de la formación de los maestros es lo que se refiere a investigación y se nos dificulta construir el conocimiento, es decir, proponer epistemológicamente un nuevo campo teórico y práctico en la educación.
Probables aportaciones del profesor hacia la construcción de la informática educativa
Analizando el papel que debe de jugar el docente en su realidad en informática aplicada a la educación. En otras palabras, las aportaciones del profesor para la construcción de la informática educativa se pueden clasificar en tres tipos según Juárez M (“La Informática y los Educadores”. Manuel Juárez Pacheco publicado en la Revista Perfiles Educativos Num. 45-46, 1989.):
1. Como participante:
a) Un análisis a nivel general sobre la convivencia o no de introducir estas tecnologías en la educación tomando el cuenta el proyecto de nación y las necesidades sociales de nuestro país.
Este punto no debe soslayarse porque la realidad es que el docente que no se apropia de una cultura informática difícilmente pueda preparar alumnos como una visión hacía el futuro. La mayoría no estamos formando a los alumnos para esta realidad por lo que no es una educación de calidad. Pero surge otra contradicción, el docente que posee una cultura informática no puede aplicar sus conocimientos en la mayoría de las escuelas públicas por que no cuentan con las condiciones mínimas por lo que se influencia se ve nulificada.
b) La evaluación del software producido o adaptado para México. Los productos informáticos que salen al mercado y que sus productores los caracterizan como educativos e interactivos persiguen fines comerciales, de lucro más que educativos. Es otro campo de acción en el que el docente debe aprovechar su experiencia para validar dichos productos.
c) La evaluación del impacto de este software en situaciones educativas concretas. Las condiciones actuales en que se encuentra el Programa CoEEBa-SEP requieren de los conocimientos pedagógicos e informáticos de los profesores formados en informática educativa con la finalidad de proponer soluciones reales adecuados al contexto de nuestras escuelas.
d) El desarrollo del software, tanto en el ámbito de la conceptualización de la estructura cognoscitiva como del diseño de la estructura metodológica. Sin necesidad de conocer las herramientas informáticas que permiten la elaboración de un software educativo es necesario contar con el diseño conceptual y, para este caso, el más idóneo para esta actividad es el propio profesor en servicio.
Estos cuatro campos en que el profesor pueda incidir como participante permiten formarse en el saber saber. El saber saber, implica tomar como objeto de estudio la informática y sus aplicaciones con la finalidad de valorar la posibilidad de llevarla a la práctica. O los otros elementos que entran en juego en un programa de computo educativo con el propósito de proponer teóricamente las mejores opciones en su elaboración, estudiar con mayor detalle los colores, las texturas, las formas, los efectos de sonidos, las musicalizaciones, las características de los videos que facilitan u obstaculizan el aprendizaje en los estudiantes y profesores. La forma idónea de enseñar informática a los alumnos y a los docentes. Los currícula que deben manejarse en las diferentes instituciones. Son algunos de los muchos ejemplos en donde el profesional de la educación debe investigar.
Siguiendo la misma línea, Juárez M. propone que el profesor puede también influir en el área como diseñador proponiendo estrategias y metodologías de enseñanza de las ciencias y la tecnología, apoyada en software educativo así como también nuevas aplicaciones y diseños de software educativo, adecuados a las situaciones y necesidades concretas del campo educativo mexicano. Esto implica abordar la formación del docente desde el saber a hacer en donde el pedagogo participe en la elaboración de escenarios educativos virtuales. Debo señalar que en el momento en el que se utiliza un programa de cómputo para los estudiantes éste se convierte en un profesor virtual. Entonces hay que pensar cómo enseñar a través de la computadora y cómo aprender por medio de ella. Todavía se discute cómo hacerlo realmente y se proponen nuevos paradigmas para los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula, con un docente ser humano, con defectos y cualidades, con un alumno cada día más bombardeado por la influencia cultural externa y con una currícula revisada a profundidad. Virtualmente aún no es suficiente las indagaciones al respecto.
Lo que supone que en la elaboración por parte del pedagogo de un programa de cómputo multimedia educativo con las características de innovativo, creativo e interactivo se adquirirá la formación informática que el docente requiere. No es hacer al maestro informático sino proporcionarle las herramientas para mejorar su labor. De cualquier forma coincido en que es más viable este proceso que hacer al informático pedagogo con el debido respeto para su profesión.
No se tiene que ser un programador o un experto informático para hacer que la informática funcione. Pero sí es necesario tener conocimientos mínimos para operar las herramientas más sencillas de multimedia. Un elemento importante en la elaboración de multimedia no se compra en ningún lado sino que forma parte del sujeto es la creatividad, es lo más valioso.
En el saber hacer se pondrán en práctica todos los conocimientos producto de investigaciones realizada lo que justifica en cierta forma loas propuestas curriculares tendientes a formar a los pedagogos en esta área. Lo que actualmente no se persigue sino formarlo en el consumir paquetería que eficientan labores de oficinas. No veo con malos ojos este hecho pero no forma parte de su prioridad profesional el aprender escribir a máquina por computadora sino en diseñar escenarios de aprendizaje con computadoras.
El saber y el saber hacer pudiera conjuntarse en la formación de docentes en informática educativa lo que también Juárez M. menciona como formador para entrenar docentes y educadores en la comprensión, uso y manejo de la computadora con fines educativos. En este campo me he desenvuelto en el último año y esta experiencia enriquecedora me ha formado más que el haberme encerrado durante cuatro semestres en un espacio curricular. En este caminar me he encontrado con diversas actitudes de parte de los profesores-alumnos que en cierta manera impiden fortalecer su formación y que en otros casos en realidad si aportan algo al campo referido.
De las actitudes que obstaculizan el proceso de formación del docente en informática educativa puedo señalar la soberbia intelectual (sinónimos de esta palabra, altivez, altanería, presunción inmodestia, arrogancia) a la cual la puedo conceptuar como la excesiva estimación de sus propias cualidades con menosprecio de los demás. Bajo el argumento de ¿Qué me puede enseñar este? Si es igual o peor que yo. La pedagogía ha hablado de las actitudes del docente que posibilitan el proceso de aprendizaje y que sucede cuando es el alumno quien realmente tiene que modificar su actitud ¿es el docente quien sigue teniendo la culpa?
Las actitudes que favorecen el buen desarrollo de los cursos es aquella que tiene que ver con una vocación heurística. De cuestionar lo existente, confrontarlo con su realidad y conjuntar en una nueva propuesta ambas posturas. Una posición dialéctica y crítica ante los conocimientos y una permanente búsqueda de crear nuevas soluciones. Creatividad, innovación conjuntados con un espíritu investigativo. Desafortunadamente estos perfiles no se ofrecen en algunas escuelas y en muchos casos son parte de la vocación docente. Es decir la escuela debe enseñar a pensar más que a reproducir ideas e ideologías y los pedagogos no hemos sabido cómo porque tampoco lo somos.
Esta actitud noble de apertura permitirá abrirse a nuevas opciones de conocimiento. Es necesario que el docente conozca las nuevas tendencias tecnológicas para comprender a las anacrónicas que se presentan en su realidad y que más adelante tendrá la posibilidad de aplicarlas.
Conclusiones
El programa CoEEBBa-SEP marcó el inicio de la enseñanza informatizada en la educación pública básica. Se le dio mucho impulso en sus inicios pero actualmente se encuentra abandonado de propuestas que puedan mejorarlo. Pudieran aprovecharse las propuestas hechas en el Acuerdo Nacional de la Modernización de la Educación Básica en lo referente a la formación, capacitación, actualización y superación profesional de los maestros en servicio. Además de que es necesario poner en marcha otras acciones.
El perfil que debe dominar el profesional de la educación especializado en informática lo puedo sintetizar en dos grandes campos:
a) El saber saber. Se refiere a tomar la informática como objeto de estudio a fin de realizar un análisis crítico sobre la pertinencia de la informática educativa, la evaluación de programas de cómputo aplicados a la educación y el diseño conceptual de estos. Esto haría que el docente participara activamente en la construcción de la Informática Educativa y estimularía en él la necesidad de desarrollar la investigación en el área, la cual actualmente es escasa y limitada.
b) El saber hacer. Lo que implicaría capacitarlo en la parte instrumental de la informática para diseñar estrategias y metodologías de enseñanza apoyadas en programas de cómputo educativos adecuados a situaciones concretas en el campo educativo mexicano.
Una combinación de ambas. Lo que sería más enriquecedor para trabajarse como formador para especializar a docentes y educadores en la comprensión, uso y manejo de la informática con fines educativos. Por último he detectado en mi experiencia profesional dos actitudes que retardan esta formación de docentes en informática.
1. La soberbia intelectual la cual es una forma de resistencia de parte de los docentes sobrevalorando sus conocimientos, lo que de forma velada impide abrirse a nuevas opciones de enseñanza y conocimiento.
2. La falta de compromiso o ética profesional al sentirse obligados a esta formación. La falsa concepción que se tiene de las falsas implicaciones del trayecto de la formación es similar a la que se tiene de los trabajos realizados en computadora “solo presiona un “botoncito” y todo se realiza automáticamente.” El proceso de formación de docente en informática educativa es permanente, continuo, complejo, dialéctico y enriquecedor. Se debe asumir de tal forma por que hay que fortalecer los conocimientos supuestamente dominados pero han sido rebasados por nuevas tendencias en el campo científico, es decir, la pedagogía y las nuevas formas de investigar en la educación deben de trabajarse en los docentes además de ofrecer los conocimientos en el área en que se especializará, en este caso, la informática. Este punto se vincula con el anterior, solo con una humildad intelectual podrá lograrse este hecho.
La mejor actitud que se debe tener como profesor alumno para facilitar su proceso de formación es una disposición heurística entendida ésta como una posición dialéctica y crítica ante los conocimientos y una permanente búsqueda de crear nuevas soluciones. Creatividad, innovación conjuntados con un espíritu investigativo. Enseñar a pensar a los docentes es de mayor esfuerzo por que son ellos los que enseñarán a pensar a las generaciones jóvenes. Los exhorto a pensar y a enseñar a pensar.
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